La ética y la moral son un par de conceptos relacionados íntimamente. Ambos se relacionan con el comportamiento del ser humano dentro de un grupo social y con las normas que implica el pertenecer a una sociedad. Aunque muchas personas los usan indistintamente, la ética y la moral representan dos espectros distintos, aunque complementarios, de una misma situación.
Por un lado, ética se define como el conjunto de normas que rigen el comportamiento humano interior. Se trata de los estándares provistos a cada individuo por quienes le rodean. Sin embargo, la característica principal de la ética es que se trata de un aspecto interior, individual e inherente a cada persona.
La moral, en cambio son todos los principios que rodean a la conducta de un individuo dentro de una sociedad. La moral a menudo se presenta en forma de normas y reglas cuya finalidad es que cada individuo colabore y participe en el correcto desarrollo y funcionamiento de un grupo social.
La moral, entonces es el marco social, el que dictamina lo que es aceptable y lo que no es aceptable. La moral son las normas, reglas, preceptos y demás que prevalecen dentro de una sociedad. La ética la que le da fondo, la que refuerza, apoya y sustenta el porqué de este marco social, el porqué de las reglas.
Ambas en conjunto, ayudan al ser humano a diferenciar aquello que es correcto de lo que no lo es. Tanto la ética como la moral buscan el bienestar de cada individuo para que sea posible construir un bienestar común a la sociedad. Ética y moral se inclinan hacia el reconocimiento de valores que permitan una convivencia exitosa entre distintas personas o grupos sociales.