Dentro de las enfermedades del corazón, el infarto y el paro cardiaco ocupan un lugar importante. De hecho, son 2 de las 5 enfermedades cardiacas más comunes a nivel mundial. Infarto y paro cardiaco muchas veces son confundidos entre sí, sin embargo se trata de padecimientos completamente diferentes. Debido a esto y a su grado de incidencia, es aconsejable que se conozcan las características y diferencias que existe entre estas dos enfermedades.
Infarto | Paro cardiaco | |
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Definición | También conocido como infarto (agudo) al miocardio. Se trata de la primera causa de muerte a nivel mundial. Un infarto sucede cuando un coágulo bloquea el flujo e impide la correcta circulación del flujo sanguíneo hacia el corazón. Este flujo se da a través de la arteria coronaria y el coágulo puede ser también acumulación de grasa. En todo caso, este ‘tapón’ hace que los latidos del corazón sean irregulares (arritmia). Al quedarse sin alimento, las células del corazón comienzan a morir y el tejido cardiaco se debilita. Un infarto no supone un riesgo inmediato. De hecho, los infartos tienen una taza de supervivencia más alta que los paros cardiacos. No obstante, es imperativo obtener atención médica al primer síntoma o sospecha de infarto. | En cuanto al paro cardiaco, estos suelen ser fulminantes. Esto quiere decir que sus efectos son inmediatos y la ventana de tiempo para actuar es mucho menor que la de un infarto. Ante un paro cardiaco, la persona pierde el conocimiento inmediatamente. El cuerpo entra en paro cardio-respiratorio, esto significa que el corazón deja de funcionar totalmente. Inmediatamente se deben aplicar técnicas de reanimación (RCP) y de ser posible, se debe desfibrilar. Es vital actuar con velocidad, de lo contrario, se eleva potencialmente la probabilidad de muerte. |
Lapso de tiempo | Aquí reside una de las principales diferencia entre infarto y paro cardiaco. Previo a un infarto, la persona sufre dolores agudos y rigidez en partes izquierdas del cuerpo, como cuello, pecho, espalda y brazo, además de fatiga, ansiedad y mareos. Es importante que a los primeros síntomas la persona reciba atención médica, pues un infarto puede llevar a un eventual paro cardiaco. | Por otro lado, un paro cardiaco sucede repentinamente. De un momento a otro se afecta el correcto funcionamiento del corazón. La persona pierde el conocimiento inmediatamente y es imperativo que reciba atención médica urgente. |